21 de octubre de 2011

Pasión por Emprender

0 comentarios

Si alguna vez han sentido pasión por algo es posible que entiendan este post.

Con las pasiones uno no se aburre jamás; sin ellas, se idiotiza.” – Stendhal

Puede ser un hobbie, una persona, el arte, una ideología política o un equipo de fútbol, la pasión se encuentra en cada momento de nuestras vidas; sin ella, ¿qué seríamos?
Los grandes negocios fueron cimentados bajo un puntal lleno de pasión; sea la pasión por lo que se está emprendiendo o, por simplemente, ser mejores, la pasión es ese fuego interno que nos hace tener fuerza sobrenatural en situaciones que otros doblegarían fácilmente.


Hay personas que tienen la pasión por adquirir conocimientos, por llenar de sabiduría su cerebro y no descansan hasta aprender todo lo que les sea posible, es una pasión por ser sabio o por no ser idiota, pero es una pasión.

Ahora, así como existen hinchas de equipos de fútbol que transpiran pasión durante los partidos (e incluso sin ellos), también existe la pasión por emprender.

-          ¿Es posible? Pero a quién le gustaría estar meses encerrado, buscando la manera de plasmar su idea en papeles para que un generoso inversionista se decida a motivarlo económicamente.

Hablemos de emprendimiento: ¿Qué es para ustedes?

Aquí podrán ver las mejores definiciones en pocas palabras y luego la mía:

-          Concepto: capacidad de una persona para hacer un esfuerzo adicional por alcanzar una meta u objetivo.

El emprendedor es aquella persona que está dispuesta a sacrificar lo necesario por una meta, a la que seguirá con pasión durante el trayecto de su logro.

Un emprendedor nunca dice que no, un emprendedor no merma su rendimiento por un “pero” o una crítica.

El emprendedor se equivoca 10000 veces antes de encontrar la manera correcta de hacerlo.



Un emprendedor tiene sed de triunfo, sus logros le saben a soda: refresca su sed, pero el azúcar lo lleva a querer más.

Un emprendedor no se rinde ante los embates de la vida, no se amilana ante nadie, pelea incansablemente por su objetivo; un emprendedor no deja que nadie decida por sobre sus ideales.



“El ingrediente crítico es bajar el trasero y hacer algo. Es tan simple como eso. Mucha gente tiene ideas, pero pocos son los que deciden hacer algo al respecto ahora. No mañana. No la próxima semana. Pero si hoy en día. El verdadero emprendedor es un hacedor, no un soñador” Nolan Bushnell, fundador de Atari


Un emprendedor mantiene viva la llama, no deja que el tedio y el aburrimiento se apoderen de su empresa y, menos, de sus empleados.

Un emprendedor inspira, mentiene en vilo a sus seguidores; no sólo ilumina sus ojos sino que enciende el de los demás.

Un emprendedor no sólo es un ferviente soñador sino también un hacedor incansable.

Un emprendedor sabe cómo trabajar en equipo y, si no sabe, aprende.

Un emprendedor es el forjador de su propio destino, hace lo que le apasiona y piensa en los demás.

A un emprendedor apasionado no lo mueve el dinero; el dinero es tan sólo una recompensa extra.
Un emprendedor no es un inventor de ideas, un emprendedor estudia cómo lograr que un producto llegue de una forma más eficiente al cliente.

El emprendedor es aquel que se sitúa un paso adelante del tiempo. Es aquel comparte su éxito y mezquina su fracaso.

Si te sientes aludido por varias palabras de este artículo es porque realmente eres un emprendedor; no importa la razón, sólo importa el fuego interno que te mueve a alcanzar tus metas.



Para un emprendedor, emprender está estrictamente ligado a su forma de ser, a su filosofía de vida, a sus pensamientos,  sus metas y planes futuros. Emprendedor es aquel que, trabajando para otra compañía, no puede dormir pensando cómo hacer para fundar la suya.

Emprendedor es aquel que succiona todo el conocimiento posible a las personas con las que tiene contacto y aprovecha cada vivencia para su propio beneficio y aprendizaje.

“No tiene tanto que ver el qué emprender sino el cómo hacerlo – Andy Freire

Los emprendedores no aceptan un “no” por respuesta, nunca. Jamás.

El tamaño de los sueños determina lo difícil de tus metas

Definitivamente, el emprendedor debe tener siempre los ojos bien abiertos; hay que estar prestos a reconocer las oportunidades de un mercado que no para de dar señales.

El que no emprende es porque no quiere. Punto.

Un emprendedor es aquel que tiene como hobbie soñar y ponerse metas muy altas, ilusionarse con sus proyectos, trabajar incansablemente. 
Un emprendedor no tiene un proyecto en mente, tiene diez proyectos en mente, y quiere emprenderlos todos al mismo tiempo; no quiere demorar mucho tiempo con ninguno, no quiere perder terreno.



En fin, un emprendedor es quién observa, planea y ejecuta.



Si piensas en algo al leer este post, no lo calles, ¡coméntalo!


Pd: dejo la interesante entrevista a Andy Freire, Co-Fundador de Officenet, en Argentina. Entrevistado en MATERIABIZ. Cadena de 7 videos.
http://www.youtube.com/watch?v=tNHFw4o9NM0&feature=results_main&playnext=1&list=PLE383AFC3788B3F71



Read more

9 de octubre de 2011

Ideas de negocios: Qué hacer con tantas y por qué fracasan los negocios

2 comentarios

Ideas de negocios:

Qué hacer con tantas y por qué fracasan los negocios.

¿Cómo les ha ido últimamente? Aún sin poder implementar su sueño en una empresa, ¿verdad?
Estamos iguales.

Definitivamente, el emprendimiento es una pasión. Puedes gustar de muchas y diferentes cosas, pero si tienes el don de ver oportunidades en cada lugar que vez y piensas en aprovecharlas sin importar de lo que suceda alrededor, es porque eres, realmente, un emprendedor.

Según encuestas estadounidenses, los emprendedores fracasan 3,4 veces antes de triunfar en sus empresas. ¿Eso quiere decir que desperdiciamos más de 3 ideas antes de emprender la “verdadera”?
Porque, si es así, yo no quisiera “sacrificar” 3 ideas de negocios para poder alcanzar el éxito con la cuarta. Deberíamos aspirar a triunfar con las 4 ideas.

Ustedes y yo sabemos lo difícil que es conseguir una idea de negocios que te haga pensar más de 10 veces si funcionaría; las que no funcionarían, las piensas una sola vez.
Entonces, a sabiendas de esto, ¿estarían dispuestos a sacrificar sus ideas para adquirir la “experiencia” necesaria y triunfar con la cuarta?

Gracias a Dios, podemos aprender también de las experiencias de otros.



Pero, antes de fallar 3 veces, veamos cuáles son los mayores motivos que hacen fracasar los negocios en menos de 18 meses, según GestioPolis.com:

1.    Falta de experiencia.
         Un empresario sin experiencia profesional carece de conocimientos al nivel de un empleado. Hay que ser empleados alguna vez para poder manejar alguno (o muchos).
        
2.    No se tiene una estrategia de mercadeo.
         ¿Qué se puede esperar de una compañía que tenga una paupérrima estrategia de mercadeo? Que acuda a ofrecer sus servicios en una hoja de papel común y corriente. Tiene el fracaso como destino asegurado.
        
3.    Optimismo exagerado.   
Un aporte de mi madre a mi vida financiera fue decirme que siempre trabaje con perfiles bajos para ingresos y altos para gastos. Así el ingreso o gasto real estará cubierto por nuestra provisión.

4.    Tiempo de preparación.
         Aunque si demoramos mucho, es posible que alguien se nos adelante, no podemos lanzarnos al toreo con una venda en los ojos y una escoba. Hay que preparar el proyecto de una manera muy detallista.

5.    Carencia de capital de trabajo.
         Es algo que creemos lógico, pero que la gran mayoría no lo toma en cuenta para armar su presupuesto y, mucho menos, para el diario.

6.    Costos iniciales altos.
         Trabajar en una empresa grande y consolidada nos hace pensar que, al momento de abrir la nuestra, debemos manejar los mismos estándares de calidad y compra de activos. Lo que nos hace caer en gastos, al principio, innecesarios. Error garrafal.
        
7.    Las consecuencias de un crecimiento temprano.
         Publicitar su empresa y crecer las ventas vertiginosamente tiene un efecto negativo si es que nuestra producción no está preparada para ello. Podríamos incurrir en incumplimiento con nuevos clientes y correríamos el riesgo de manchar nuestra nueva reputación.
        
8.    Confundir el efectivo con las utilidades.
         Un error grandísimo que me tocó ver en una empresa para la que trabajé cerca de un año. Al ser una empresa pequeña, el contacto con el dinero es muy cercano, lo que nos puede llevar a usar el dinero en cosas ajenas al giro del negocio, confundiendo circulante con utilidades.

9.    Una ubicación errónea.

10. Seleccionar y dirigir al personal.
         A mayor filtro, mejor personal. Elegir los mejores filtros: entrevistas, CV, intereses, etc.
        
11. No llevan contabilidad.

Pues bien, si analizamos estos factores comunes para el fracaso de nuevas empresas, es posible que reduzcamos la estadística de 3,4. Así aprovecharemos mucho más nuestras ideas antes de desperdiciarlas en busca del éxito.

Pero el problema, quizás, no sea el fracaso de los negocios. Hay algo que también nos puede ayudar a no engrosar esa estadística de fracasos, es: la elección de la mejor idea para emprender primero.
Digamos que tienes 10 ideas de negocios anotadas en tu libreta, cada una con ciertos apuntes; a priori, piensas que todas serían un éxito total luego de ser implementadas (todos los emprendedores pensamos así). Todas las ideas son de diferentes mercados: financiero, deportivo, educativo, coaching, etc.

Existen muchas maneras para comparar ideas de un mismo, o diferente, entorno para elegir la mejor (en papeles); te dejo el link de un artículo para eso:

Pero como, muchas veces, el emprendimiento no es sólo papel, sino la determinación que tengas con tus ideales, la cantidad de esfuerzo que uses y el amor por lo que haces. Ese es el factor clave del emprendimiento, el amor por lo que haces.



Entonces, la mejor idea para aplicar siempre será aquella con la que más cómodo te sientas, la que mejor domines, la que ames.

Está de más decirte que la idea que implementes, muy aparte de venerarla, tienes que prepararla como a cualquier otra. La diferencia con las otras es que, así te cueste, va a ser menor el costo y mayor el amor.

Les dejo un video que los ayudará a crear tareas para sus ideas:




Comenta lo que desees, gustoso estaré de leerte. ¡Saludos!

¡Larga vida al emprendimiento!
Read more

2 de octubre de 2011

Trabajo bajo presión

0 comentarios

¿Les ha tocado? ¿Qué piensan de ello?

No sé ustedes, pero yo tengo dos corrientes dando vueltas en mi cabeza.

Por un lado pienso que el trabajo bajo presión tiene una extraña forma de moldear con experiencia a quien lo padece. Creo que es un poco duro, pero a la vez necesario en muchas situaciones.

Por otro lado, tener que trabajar bajo mucha presión, tiene un efecto negativo en las personas que no están acostumbradas a manejar un volumen alto de estrés; cuando no estás listo para recibir la marejada de problemas y presiones en todas las direcciones, es posible que dejes varios cabos sueltos y, por ende, trabajo incompleto.

Trabajar bajo presión es como echarte a un coliseo romano, rodeado de leones (jefes), atacándote por todos lados, y recibir todos los abucheos del público, cada quien presentándote un epíteto diferente y una queja distinta. No sabes para dónde ir, estás rodeado, no tienes escapatoria; lo lógico es agarrar un león y comenzar a solucionar el problema, matarlo por lo sano. Pero, como no todo es lógico en este mundo, mientras estás domando el primer león, por la espalda aparecen las hienas y aves de carroña, todo justo cuando disponías a trabajar en tranquilidad y concentración; ¿Les ha pasado, verdad? ¿Qué sienten?, entonces, ¿Cómo hacemos?

Es conocido, por encuestadoras europeas, que el 28% de los trabajadores están sometidos a fuerte presión en sus trabajos.

Como trabajador de una empresa, es importante tener un ambiente saludable de trabajo, un ambiente tranquilo, que nos permita realizar un excelente trabajo. Es lo ideal.

Como empresario, el dueño de la compañía, pensarías que tus empleados deben aprender a trabajar bajo presión. Es que es así, un empresario quiere ahorrar todo el dinero posible en la contratación de personal, los salarios son un egreso alto. Entonces, prefieren sacar el jugo a los empleados existentes antes que contratar gente nueva que equilibre las cargas laborales.


Sin embargo, como les comentaba antes, trabajar bajo presión te forma de experiencia y te hace entender errores de una manera mucho más dura. Aunque se te puede fundir la máquina, el trabajo bajo presión es bien visto por los jefes; ellos piensan que tu valía es proporcional a tu capacidad de aguantar el yunque de la presión en tu espalda. Mientras más aguante tengas, más valioso eres para la compañía, más jugo se te podrá exprimir. Quien no soporta eso, no sirve.
Es lo que piensan muchos o ¿No han conocido a ninguno?

Como todo tiene su pro y su contra, podemos deducir que trabajar bajo mucha presión puede afectar tu rendimiento, haciendo que te enfoques en: nada y dejes incompleto: todo.

Pero, trabajar bajo presión tiene el pro de demostrar tu valioso aporte a la compañía, tu fortaleza para afrontar los problemas e inyectarte, en un solo día, experiencia que pudo haberte tomado años en aprender.

A sabiendas de que las cosas no son perfectas, aunque debemos trabajar para estar lo más cerca de eso (porque si no que caso tendría vivir), se puede proyectar una imagen inteligente en nuestro trabajo y comunicarla, eficazmente, a nuestros colaboradores, a fin de estar cerca de la excelencia.

Como empresa debemos inculcar a nuestros trabajadores un sentido de urgencia en su trabajo, es decir, hacer que ellos entiendan lo importante que son sus decisiones y que mientras más tiempo se demore un proceso interno, más tiempo tendrá que esperar el cliente por sus requerimientos.
Es por esto, que el equilibrio perfecto es comunicar perfectamente la importancia de aplicar un sentido de urgencia a su trabajo, respetando su espacio, motivándolo (no presionándolo) y premiando su esfuerzo.




Quienes tienen personas a su cargo deben saber que un cálido “buen trabajo” a veces vale más que $10 de aumento en el salario.

Hay un punto en particular que es gratificante ver en ciertas empresas y que sería genial si el mundo entero lo copiara, y es ver empleados responsablemente comprometidos con la empresa. ¿Cómo lograrlo? Eso es trabajo de los líderes, sólo ellos pueden lograr la lealtad y el compromiso desinteresado para sacar la empresa adelante.
Empleados fieles a su empresa la convierten en corporación.

Si no, pregúntenle a Sam Walton (Wal-Mart) y Jeff Bezos (amazon.com), fundadores de dos titanes mundiales del emprendimiento y negocios.

Consejos para quienes aún somos empleados:

-       Uso del tiempo: Dedica los primeros minutos de tu día para organizarte: actividades prioritarias, secundarias y opcionales. Sentirás que tienes tu agenda de trabajo bajo control.
-       Organización del trabajo: Determina objetivos y prioridades diarias, semanales y mensuales. Trabajar "en el día a día" entorpece el control sobre las actividades, y se convierte en una fuente de stress constante.
-       Entorno del trabajo: Adecua el lugar físico en donde desarrollas tus tareas: buena iluminación, mobiliario y accesorios acordes, espacio suficiente, buena ventilación.

Déjame tu opinión, me encantará leerte.

¡Larga vida al emprendimiento!
Read more
 

¡Vivir para emprender! Design by Insight © 2009