Primero que nada, ¿has senido ganas de
emprender un negocio? ¿O, de simplemente comenzar algo?
Es difícil el comienzo, ¿verdad?
¿Acaso me dirás que no? Lo más difícil de
este mundo es comenzar una dieta, sobretodo si vives en un país con una
gastronomía espectacular. También es complicado ir ese primer día al gimnasio,
decidirte a ponerte pantaloneta, camisetilla, salir al gym y, peor aún, si
estabas acostado viendo TV. Salir es un suplicio.
Así mismo emprender un negocio. Es tan
complicado, lleno de problemas, con tantas dificultades, cuadros, balances,
inversión inicial, marco teórico, plan de negocios y un etcétera que da la
vuelta a la esquina.
Si fuera tan fácil como imaginarlo y mañana
estar gerenciándolo habrían más del doble de emprendedores de los que existen
hoy. Pero, si todo fuera fácil, no habría diversión, no fuera entretenido.
Pienso que a las cosas más difíciles le llegas a tener mayor cariño, las ves
como un reto personal.
Lo más difícil es decidirse, es decir:
“¡YA! Es ahora o nunca”. El problema con emprender un negocio es que hoy te
decides y avanzas con la motivación de tus palabras hasta que se acabe la
gasolina. Como abrir una empresa en Ecuador y obtener financiamiento es un
proceso largo y engorroso, la motivación que tenías en el día 0, al día 2 ya se
terminó.
Aquí el punto no es decidirte hoy a fundar
una empresa y mañana revisar cuánto llevas de utilidades acumuladas. Sino,
extender la motivación interna para que permita tener el motor en funcionamiento
hasta el momento en que la empresa comience a funcionar.
Como
cuando vas al gimnasio: antes del primer día es terrible, una vez que ya estás
allí, no faltas más.
Pero, hasta para ir al gimnasio o decidirse
a levantarse a trotar un domingo a las 8am hay que tener una preparación
adecuada. Para iniciar un negocio, adapté unos puntos sacados del blog Riesgo y Recompensa, de Santiago Bilinkis:
1) Vencer el miedo: Intentar algo nuevo siempre va a tener sus
detractores, dificultades y desazón. Pero si pensamos un poco más en los frutos
que conseguiremos al llegar a nuestras metas de seguro los miedos
desaparecerán, poco a poco.
2) Imaginarlo no es lo mismo que emprenderlo: Creo que muchos
hemos tenido ideas grandiosas y pensamos que nadie las podría implementar como
nosotros, gran error. Existen personas con mayor habilidad para hacer crecer
ciertas empresas. Puede que yo invente el sabor perfecto de una gaseosa para
competir con Coca-Cola, pero si no estoy preparado, profesionalmente, para
hacerle sombra a CC, lo mejor es que entregue la posta del proyecto.
3) Seguir a tu corazón: Esto lo vamos a tomar con mayor
amplitud en otro post, pero es necesario recalcar la importancia de este punto
antes d emprender.
Si una idea no te
apasiona, no hace que te ultra motives con tan sólo pensarla, mejor toma un
respiro y analiza si, realmente, lo quieres materializar. Yo tengo una idea que
me encanta, el sólo pensarla o leer sobre ella no me deja dormir, me pone
activo, me llena de vida. Entonces, creo que estoy siguiendo mi corazón. Si, de
todas las ideas que tienes en mente, ninguna te agrada en demasía, mejor
detente a pensarlo un poco más.
4) Luego de la ejecución: Lo más importante
viene luego de la implementación de la empresa. No importa cuánto te hayas
preparado, cuánto sepas sobre lo que quieres hacer, lo importante son las
decisiones que tomes al andar, las decisiones que tomes luego de aprender
lecciones valiosas que sólo podrás entender una vez que cometas errores al
mando de tu compañía.
Sin duda alguna, lo más complicado de
hacerlo es hacerlo.
Puedes leer 500 libros de negocios,
finanzas y start up, ver miles de videos en youtube sobre lo que es ser emprendedor
o aprender la fórmula secreta de la abuela para obtener un EBIT jugoso, pero en el mundo real vale más un día de
experiencia que las páginas de todo un libro.
Nuestras acciones siempre corresponden a
una motivación, a un sentimiento. Y tomar acción para decidirnos a emprender es el paso más
difícil de todos, por lo tanto requerirá una motivación extra, para que dure
todo el tiempo que toma implementar un negocio.
¿Cómo se motiva la gente para ir al
gimnasio? Fácil, se autoflagela pensando en lo gordos que están, se imaginan en
la playa luciendo la flacidez en todo su esplendor y los rollos ya con
habilidades propias de un ser viviente. Con eso basta. Luego viene el “¿Cómo me
veré luego de un par de meses en el gimnasio?”, se imaginan con bastantes kilos
menos y, otros más osados, con la tableta de chocolate tallada en el abdomen.
Entonces, no es tan difícil soñar, ¿no?
Soñar es el mejor amigo de la motivación, es el motor principal de las
acciones. Sólo sueña y estoy seguro de que irás por la lid correcta.

No olvidar jamás lo importante que resulta
la preparación antes de realizar un start up business. Hay que conocer a fondo
el mercado, los clientes potenciales, tus
metas, pero, sobre todo tus ideales
y valores improstituibles. Existen muchas personas y corrientes que
aseguran que lo principal a tener en cuenta para establecer un negocio
sustentable es apegarte a los deseos de todos tus clientes, nacer en base a
ellos. Yo, al menos, pienso diferente.
Mike Michalowicz, en su libro The Toilet
Paper Entrepreneur (http://www.amazon.com/Toilet-Paper-Entrepreneur-tell---like-/dp/0981808204/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1320382297&sr=8-1), habla sobre que,
para obtener una empresa sostenible en el tiempo, tiene que estar estrictamente
atada a nuestros valores inmutables e ideales, dándole mayor importancia que
los del cliente. Tiene su lógica: digamos que comienzas a cambiar tus
políticas, misión, manejo de la empresa y visión, tan sólo por los lineamientos
de tu cliente más importante; a la larga lo va a notar, se dará cuenta que
estás siendo hipócrita y dejará de
confiar en ti (¡y de comprar también!).
No malinterpretar. Una cosa es bailar al son de los clientes, otra muy diferente ser
flexible. Lo importante es moldear tu empresa, productos, servicios ,
políticas y demás, a tus ideales, a tu forma de ser. Luego, con una empresa
sincera, más que todo, viene la flexibilidad con los clientes, su satisfacción,
etc.
Si un cliente grande sólo compra si existe
soborno de por medio y tus ideales no te lo permiten, ¿Qué harías? La honradez
ante todo. No hay nada mejor como el dinero bien ganado.
En conclusión, no importa cuántas
dificultades encuentres a lo largo de tu start up, recuerda que una vez con tu
empresa en marcha es más complicado dar marcha atrás.
Arriesgarte por tus sueños, aunque tengas
todo en contra, ir tras ellos te deja un buen sabor al haberlo intentado una y
otra vez, antes que sólo jugar a lo seguro. Nadie recuerda a los cobardes.
“No
es la idea que emprendes, el éxito es ser la primera persona en hacerlo bien” – Santiago
Bilinkis
Dirían
los españoles: ¡Vamos a por nuestros sueños!
Pd: les dejo unos posts de emprendimiento, del blog de Santiago Bilinkis. Cambiaron mi vida: